sábado, 28 de febrero de 2009

De Sarmiento a Obi Wan Kenobi

Algunas veces necesitamos un maestro, un gurú, un guía. Alguien a quien admiramos, alguien a quien imitamos, alguien a quien seguimos. Ese alguien de quien tratamos de aprender cuanto más podemos, intentando no cometer los mismos errores. Queremos copiarlos a nuestra manera, usar sus trucos con nuestras mañas. Deseamos ser como ellos sin dejar de ser nosotros. Porque hasta el mejor maestro tiene sus fallas, y es trabajo del alumno no contagiarse de ellas.
Podemos elegir un maestro, o puede que simplemente se nos imponga. Podemos elegirlo y saber que no es el mejor, y aún así querer que sea ése y nada más que ése, porque por alguna razón nos dejó fascinados, es nuestro modelo a seguir.
Pero sea como sea, siempre ansiamos que se sienta orgulloso, buscamos no decepcionarlo para no fallarnos a nosotros mismos.
Aunque esa persona no tenga ni la más remota idea de que está siendo nuestro maestro...


--

viernes, 27 de febrero de 2009

Love / Addiction

¿Por qué nos gusta tanto eso que se nos escapa? ¿Por qué ''cuanto más me alejo, más deseo''? ¿y por qué, a pesar de haber cometido el mismo error antes, lo repetimos una y otra vez, totalmente concientes de estar equivocándonos, pero sin poder evitarlo? ¿Por qué nos volvemos adictos? ¿Por qué es tan difícil dejar ir algunas cosas, que nos aferramos a una idea aunque en el fondo sabemos que es falsa?

Missed the last train home,
Birds pass by to tell me that I'm not alone
Over pushing myself to finish this part
Handle a lot
One thing I miss,
It's in your eyes...

Have you seen this film?
It reminds me of walking through the avenues
Washing my hands, attachment scared
Land on the ground
One thing I miss,
It's in your eyes...*

‘’Porque no importa cuanto daño nos esté haciendo algo, a veces dejarlo ir duele todavía más.’’ **


* Eyes, de Rogue Wave.
** Grey’s Anatomy, season 4 episode 2

--

jueves, 26 de febrero de 2009

Gossip Girl

Hay días en que una se levanta deseando ser Serena Van Der Woodsen. El cuerpo perfecto, la incontrolable melena rubia, la vida de fiesta en fiesta, las borracheras interminables sólo interrumpidas por las resacas; vida de palacios y vestidos espectaculares, de jets privados y limousines. ¿A quién le importa si todas las demás andan por ahí manipulando esos infernales aparatitos para husmear un poco más en tu no tan privada vida privada? A mí no me importaría eso siendo Serena Van Der Woodsen. ¿Me importaría ser la hija de una madre que tiene más tiempo para acostarse con un billonario tras otro que para ocuparse de mi juerga descontrolada? No lo sé, pero en este momento preciso no me incomodaría mucho.
Es frase trillada decir que el dinero no hace a la felicidad, y chiste gastado decir que si bien el dinero no hace a la felicidad, produce una sensación muy parecida.
Yo no me quejaría demasiado con la belleza, la vida desenfrenada y la luz eclipsante que irradia Serena Van Der Woodsen; sólo que a diferencia de S, me volvería loca por Chuck.

Quien no quiera ser Serena, que tire la primera piedra.

XOXO